«Lo peor que nos ha pasado nunca, se transforma en lo mejor que nos ha pasado nunca«. Es la conclusión a la que llega Carol Pearson, psicóloga junguiana y autora, cuando explica su forma de interpretar las crisis vitales por las que atravesamos en la vida, a través de la estructura del mito o el Viaje del Héroe, dándole vida así a las energías arquetípicas.
Hajo Banzhaf, astrólogo, explica que un mito es una forma especial de una historia, que tiene que ver con dioses o con formas de la creación, y con las relaciones de esas fuerzas con los seres humanos. Así el Viaje del Héroe es la historia más antigua del mundo. Su estructura básica está entretejida de mitos, cuentos de hadas y leyendas, que relatan cómo una persona se pone en marcha para dar cumplimiento a la gran tarea. Siempre es la misma historia (es decir el mismo relato) detrás de todas las historias, por los tiempos de los tiempos.
La estructura del Viaje del Héroe podría sintetizarse de la siguiente manera: a través de una crisis vital, que puede ser comprendida como una pérdida o una misión, el héroe debe llevar a cabo uno tarea. Ante la invitación que le está haciendo la vida para que salga de su zona de confort, y luego de rechazarla para por fin aceptarla, se pone en marcha. A lo largo del camino se encuentra con adversarios y con quienes le ofrecen ayuda. Logra hacerse con la fórmula mágica, y hace frente a su oponente, venciéndolo, aunque con frecuencia es marcado por el proceso. Una vez que consigue lo que se busca, deshaciéndose de perseguidores y adversarios, toma el camino de regreso a casa. Y obtiene un final feliz.
El Viaje del Héroe: Un modelo universal como ejemplo de vida
Christopher Vogler, guionista de Disney y estudioso de la obra de Joseph Campbell, señala que un mito es una metáfora para un misterio que va más allá de la compresión humana. Es una comparación que nos ayuda a comprender por analogía algunos aspectos de nuestro misterioso ser, de la parte misteriosa de nuestro propio ser. Desde esta perspectiva, no es una irrealidad, sino una manera de alcanzar una verdad profunda.
El viaje del héroe es mucho más que una descripción de un patrón o modelo escondido en la mitología. Es una guía útil para la vida, es como un mapa que permite anticiparse a la próxima etapa. El modelo del Viaje del Héroe es universal, ocurriendo en cada cultura y todos los tiempos.
Joseph Campbell señala que, el camino común de la aventura mitológica del héroe es la magnificación de la fórmula representada en los ritos de iniciación: separación-iniciación-retorno, que podrían recibir el nombre de monomito, u estructura única.
Como se mencionó, el héroe inicia su aventura desde su mundo de todos los días hacia una región de prodigios sobrenaturales, se enfrenta con fuerzas fabulosas y gana una victoria decisiva; el héroe regresa de su misteriosa aventura con la fuerza de otorgar dones a sus hermanos.
Así mismo, Vogler en función a la obra de Joseph Campbell resume que, el viaje del héroe es un conjunto de elementos increíblemente claros que resurgen en forma indefinida y constante de las profundidades de la mente. Los caracteres repetidos del mundo de los mitos, tales como el joven héroe, el hombre o la mujer, el antagonista, entre otros, son las mismas figuras que aparecen repetidamente en nuestros sueños y en nuestras fantasías. Como una red, son modelos exactos de cómo funciona la mente.
Los mitos siguen operando como ejemplos para la humanidad porque son psicológicamente válidos y emocionalmente realistas aun cuando muestren o hagan retratos de situaciones fantásticas o situaciones irreales o imposibles.
Las etapas del Viaje del Héroe
El Viaje del Héroe es siempre un viaje, hacia el afuera que, puede ser hacia un lugar, como un laberinto, un bosque, una cueva, una ciudad extraña, u otro país. Y también la historia puede llevar al héroe hacia un viaje interior en su propia mente, en su corazón, en su espíritu. En ambos casos el héroe deja su entorno confortable y común para aventurarse en un mundo desconocido y desafiante. Un nuevo espacio que se transforma en su escenario, donde se van a desarrollar los conflictos con las fuerzas antagónicas que lo van a desafiar, asegura Vogler.
El Viaje del Héroe es un proceso transformador porque, el héroe, crece y cambia haciendo el viaje de una etapa a otra de su vida, de la desesperación a la esperanza, de la debilidad a la fortaleza, de la tontera a la sabiduría, del amor al odio y de regreso nuevamente.
El protagonista de este viaje siempre es un héroe que se sumerge en avatares emocionales que lo cambiarán para siempre. Según el autor, las etapas del Viaje del Héroe pueden distinguirse en:
- El mundo ordinario: la mayoría de las historias lleva al héroe desde su mundo ordinario a un mundo especial, nuevo y desconocido.
- El llamado a la aventura: el héroe es confrontado con un problema, desafío o aventura que tiene que afrontar o llevar a cabo.
- La negatividad al llamado: es porque el héroe se está enfrentando al peor de sus miedos: lo desconocido.
- El encuentro con el mentor: es donde aparecen personajes de tipo “Merlín”, que es el mentor del héroe. Su misión es prepararlo para enfrentar lo desconocido.
- El cruce del umbral: es donde el héroe se compromete con la aventura y entra de lleno al mundo especial de la historia, es cuando el viaje toma realmente vuelo.
- Las pruebas, los aliados y los enemigos: una vez cruzado el umbral, el héroe encuentra nuevos desafíos y pruebas, hace aliados y enemigos, y comienza a conocer las reglas del mundo especial.
- La aproximación a la caverna más profunda: por lo general se trata de la cueva, el refugio, el bunker del principal enemigo del héroe.
- La prueba suprema o prueba final: es el momento negro, de tensión, de resurrección para el héroe.
- El premio o recomensa: habiendo pasado la prueba suprema, el héroe toma posesión del tesoro que ha ido a buscar. Puede ser simbólico o material.
- El camino de regreso, no salió del mundo especial, y comienza a manejar las consecuencias de haber enfrentado la prueba suprema.
El esquema del Viaje del Héroe quedaría así: El héroe es introducido en el mundo ordinario, donde recibe la llamada a la aventura. Él, duda al comienzo (o se niega al llamado) Pero, es alentado por el mentor a cruzar el primer umbral y entrar en el mundo especial. Se encuentra con pruebas, hace aliados y enemigos. Se aproxima a la cueva más interior y cruza el segundo umbral donde encuentra la prueba suprema. Toma posición de la recompensa y es perseguido por el camino de regreso hacia el mundo ordinario. Cruza el tercer umbral, experimenta la resurrección y es transformado por la experiencia. Regresa con el elixir, el tesoro para beneficiar el mundo ordinario.
La prueba suprema y las energías arquetípicas
Robert Dilts, asegura que los sentimientos asociados a las creencias y los sentimientos difíciles surgen más frecuentemente en los momentos de transición. En este tipo de momentos a las personas nos cuesta gestionar el colapso creativo, es decir nos parece que estamos estancados y bloqueados producto de lo que estamos viviendo, son crisis vitales.
En el Viaje del Héroe este momento se entiende como “el dragón” (enemigo e incluso prueba final), en la vida puede comprenderse como la adolescencia, la menopausia, la vejez, un cambio de profesión, la jubilación, la muerte de un ser querido, la pérdida, la enfermedad, y otras transiciones vitales importantes. Cuando se producen dichas transiciones vitales, solemos tener reacciones o respuestas comunes (o arquetípicas), como la negación, sentirnos abrumados, frustración, enfado, determinación, aceptación, entre otras. Cada una de estas reacciones o respuestas produce cierta relación con la transición o “dragón”.
Carol Pearson ha identificado una serie de respuestas arquetípicas a las transiciones vitales perturbadoras que simbolizan diversas etapas de nuestra relación con el misterioso y peligroso dragón (enemigo o prueba final):
- El inocente (no sabe que el dragón existe)
- El huérfano (se siente abrumado y consumido por el dragón)
- El mártir (perseguido por el dragón)
- El vagabundo (evita el dragón)
- El guerrero (lucha contra el dragón)
- El hechicero (acepta y transforma al dragón)
Estas energías arquetípicas poseen dos caras, un lado es luminoso y el otro sombrío.
- Los dones de la inocencia son el optimismo, la pureza y la simplicidad. Su lado oscuro es la candidez, la inexperiencia y la vulnerabilidad.
- El huérfano aporta los dones de la compasión y la capacidad para dejar ir. Sus sombras son la impotencia y la desesperación.
- Entre los dondes del mártir se incluyen el autosacrificio y la justicia. Sus sombras son la victimización, el juicio y la reactividad pasivo-agresiva
- Los dones del vagabundo son el tomarse espacio, la libertad y el descubrimiento. Su lado sombrío es el evitar constante y la negación.
- Los recursos asociados con el guerrero son la determinación, el coraje y la claridad. Su sombra son la agresión, la violencia y la imposición de un punto de vista particular.
- Los dones del hechicero guardan relación con la aceptación, la creatividad y la sabiduría. Las sombras toman forma de manipulación, engaño e ilusión.
Pearson afirma que, la clave para lidiar eficazmente con una transición vital consiste en ser capaz saber gestionar los dones y recursos que aporta cada arquetipo con relación «al dragón». Cuando podemos mantener el dragón dentro del campo de estos recursos, se trasforma: el problema se convierte en una oportunidad; la herida se convierte en una fuente de aprendizaje y crecimiento. Lo peor que nos ha pasado nunca, se transforma en lo mejor que nos ha pasado nunca.