Creencias limitantes y potenciadoras: ¿qué son y como transformarlas?

Las creencias se van haciendo un lugar dentro de ti a medida que creces. Tu familia, amigos y la sociedad en su conjunto se encargan de alimentarlas, y se ocupan de verlas crecer y afianzarse en tu persona. Luego, con el tiempo, te toca descubrir cuáles te resultan limitantes y cuáles potenciadoras. Cuando termines de leer este post vas a saber qué son, cómo se detectan y la posibilidad de aprender la fórmula para transformarlas.

Creencias limitantes: coaching

En el proceso de life coaching trabajamos en profundidad las creencias, y esto es así por dos razones en particular. La primera es porque aquello que crees define cada una de tus conductas, emociones y pensamientos. Y la segunda, es que para crear creencias potenciadoras hay que aprender a hacer el mismo camino -de la primera razón- pero a la inversa. Es decir, analizar los pensamientos, entender cómo intervienen en las emociones, y por último reconocerlas en las conductas para poder modificarlas.

Es importante reconocer cuáles son las creencias potenciadoras para encontrar la manera de seguir potenciándolas, y cuáles son las creencias limitantes para encontrar la manera de cambiarlas.

Algo hay que tener siempre presente, este trabajo requiere voluntad, porque la creencias limitantes no se van a ir a ningún lado, van a seguir estando ahí, siempre. Por eso, es muy importante crear creencias potenciadoras igual o más potentes que las creencias limitantes y saber cómo activarlas para que funcionen y NO TERMINEN volviéndose también una creencia limitante.

Creencias limitantes: ejemplos

Existen 3 grupos de creencias limitantes: el grupo de la desesperanza, el grupo de la impotencia, y el grupo de la ausencia de mérito.

El grupo de la Desesperanza comprende a las creencia de que lo que se desea no es alcanzable, sean cuales sean nuestras capacidades.

“Es esto inalcanzable para mí”

El grupo de la Impotencia comprende a las creencia de que lo que se desea es alcanzable, pero no somos capaces de lograrlo.

“Me encantaría hacerlo, pero no tengo la capacidad”

Y por último, el grupo de la ausencia de mérito refiere a las creencias de que no merecemos lo que deseamos debido a algo que somos o hemos (o no hemos) hecho.

“No me merezco que me pase nada bueno”

Ordenar las creencias limitantes según el grupo al que corresponde puede ayudarnos en su transformación porque nos da una pista de su raíz.

Estas son las 9 creencias más comunes a nivel general:

“No sirvo para…”

“Es imposible para mí…”

“No me corresponde…”

“No puedo…”

“No debo…”

“Soy incapaz…”

“No me lo merezco…”

La última de las creencias limitantes listadas se podría comprender como una creencias núcleo del resto de las creencias.

Ahora repasemos las creencias limitantes en tres de las áreas con mayor impacto: dinero, relaciones y propósito.

Creencias limitantes: dinero

“Si no te esfuerzas vas a ser pobre”

“Pobre pero honrado”

“Sin sacrificio no hay plata”

“Si tiene plata, ¡algo habrá hecho!”

“Los ricos son malos” (ladrones, estafadores)

“El dinero es sucio”

“El dinero trae problemas”

“Ser rico es pecado”

“El dinero arruina a las personas”

Creencias limitantes: vínculos

“Si me quiere, es porque algo me quiere sacar”

“Nadie me va a querer”

“Los amigos son por interés”

“El amor es para sufrir”

“Mejor estar solo/a…”

“Estar enamorado/a es estar enfermo/a”

“Nunca voy a conseguir pareja”

“Nunca voy a poder formar una familia”

“Las relaciones traen problemas”

Creencias limitantes: propósito

“La vida no tiene sentido”

“Si no estuviera a nadie le importaría”

“La vida es mucho para mí”

“La vida no me merece”

“No soy suficiente para esta vida”

“No sirve para esta vida”

“No encajo en esta vida”

“Voy a contramano de la vida”

“La vida no me necesita”

¿Cómo afectan las creencias limitantes en tu vida?

Los pensamientos son energía, y en general no tenemos registro de todo lo que pensamos, y es esto es muy sano porque de otro modo enloqueceríamos. Esto no quita que podemos ir transformando los pensamientos negativos a medida que lo necesitemos.

Un pensamiento es la punta de un clico que se repite. Y se repite porque se aprendió en algún momento. Además, como se hizo hábito el cuerpo ya está acostumbrado y suele, por esta razón, buscar estar en estados emocionales que sabe manejar, por más que no sean gratos.

Por ejemplo: si tu pensamiento negativo es “soy un fracaso”, tu cuerpo se alimenta de este pensamiento que genera cierta emoción y que te hace actuar de determinada manera, entonces tu identidad comienza a establecerse como “un fracaso”. Es obvio que no te gusta, aunque es claro que se repite porque es lo que sabés manejar.

¿Cómo transformar una creencia limitante en potenciadora?

La verdad de nuestra creencia se funda en nuestro mundo interno más allá de lo que nos esté mostrando el exterior. Por lo tanto, el trabajo es sí o sí de adentro hacia afuera.

La mejor parte de este trabajo, es que se puede lograr. Si querés podés transformar tus creencias limitantes en potenciadoras. Eso sí, no es magia, ni sucede de la noche a la mañana. Implica que pongas manos a la acción, decisión, perseverancia y muchas pero muchas ganas de experimentar cosas nuevas, porque hacerle espacio a una creencia potenciadora no es más que hacerle espacio a un hábito nuevo.

Y hábito nuevo ya sabés lo que significa. Implica crear nuevos pensamientos, que van a evocar nuevas emociones y por ende van a provocar conductas diferentes hasta crear nuevos hábitos.

Todo esto implica poner en marcha una mentalidad de crecimiento y amabilidad para con vos misma/o, porque cuanto más amoroso sea el contexto de ese nuevo conocimiento, más significativo va a ser ese aprendizaje.

¿Querés aprender a transformar tus creencias limitantes?

Sumate al RETO 12 Días Cruza tus límites, aprenderás paso a paso a transformar tus creencias limitantes en potenciadoras. Y lo mejor de todo ¡a mantenerlas en el tiempo para transformarlas en hábitos!

¿Cómo te sumás? Fácil podés seguir las actualizaciones de este post o nuestra cuenta de tiktok.

Desafío 1: ¿Chequeamos los pensamientos? El desafío primero consiste en que puedas listar tus pensamientos (ideas, o juicios) negativos. Como por ejemplo: “no puedo…”, “a nadie le importo…”, “la vida no tiene sentido…”

Desafío 2: ¿Cuál es el ciclo? El desafío de hoy consiste en que puedas jerarquizar tus pensamientos negativos. Del más poderoso al menos poderoso.

Ahora, toca que los puedas ubicar en una situación. Por ejemplo, cada vez que tengo que hablar con mi jefe aparecen estos pensamientos: «no me escucha», «piensa que soy una inútil», etc.

Desafío 3: ¿Cuándo lo aprendiste? Ayer trabajaste sobre tus pensamientos negativos y te tocó ubicarlos en una situación en particular. El desafío de hoy consiste en que puedas rastrear en tu historia cuándo fue que aprendiste ese pensamiento, en qué momento empezaste a creer que era cierto. Tomate el tiempo que sea necesario para encontrar ese momento.

Desafío 4: ¿Tiene estas palabras? El desafío de hoy consiste en que analices tu pensamiento negativo desde su estructura. Vamos a comenzar por las palabras que lo conforman: Chequeá si tiene: negación (NO) generalización (todos, siempre, nunca) omisiones (así, esto) y preposiciones como PERO.

¡Macarlas! porque sobre ellas trabajaremos en el desafío de mañana.

Desafío 5: ¿Transformamos los «no»? El desafío de hoy consiste en que puedas transformar el NO en una posibilidad, para esto debes pensar la creencia limitante en afirmativo. Por ejemplo: No puedo comer de más, la vamos a transformar a «Como lo que me hace bien». El trabajo sobre el modo en el que se emplea la palabra «no» es clave en la construcción de creencias porque el cerebro no la registra como tal, en el caso del ejemplo, se queda con «puedo comer de más». ¡A practicar!

Desafío 6: ¡Sin PERO! La palabra «pero» anula todo lo anterior. Por ejemplo: Sé que no son todos iguales pero siempre caigo. «Sé que no son todos iguales» se anula, y queda «siempre caigo». Por eso hay que anular los pero, y revisar cómo estamos construyendo lo que pensamos. Podría ser: «Cada uno es diferente y voy a darme el tiempo de conocerlos.» ¡A practicar!

Desafío 7: ¡Atrás los «nada» y los «nunca»! Somos lo que pensamos. Y darnos cuenta de cómo organizamos los pensamientos es la clave para poder cambiarlos. «Nada» no tiene ningún valor para nuestra mente, como tampoco «nunca». Nada me hace daño. Parece un pensamiento positivo, pero queda «me hace daño». 

¿Qué es nada?: Las opiniones de mi papá. Entonces, la frase podría ser: Acepto las opiniones de mi papá y me doy el permiso de pensar diferente sin que esté en riesgo nuestra relación (vínculo, amor, etc.) ¡A practicar!

Desafío 8: ¡»Todo» es igual cero! Venimos trabajando la idea que somos lo que pensamos. Y darnos cuenta de cómo organizamos nuestro pensamientos es la clave para poder cambiarlos. En el caso de la palabra: «TODO», no tiene ningún valor para nuestra mente. Por ejemplo: «Todo va a cambiar». Parece un pensamiento positivo, pero queda «va a cambiar». Aunque no sabemos si para bien o para mal, ni cuando. Termina convirtiéndose en una creencia limitante porque no es clara para entrar en acción.

Siguiendo con el ejemplo: ¿Qué es todo?: Mi situación laboral. Entonces: podría ser «Me permito intentar acciones diferentes para lograr un ingreso de $XXXX» (Cuanto más concreto mejor) ¡A practicar!

Desafío 9: ¡Cuánto más amor, mejor! El desafío de hoy consiste en que cultives la amabilidad para con vos misma/o porque transformar las creencias implica aprender cosas nuevas. Y cuanto más amoroso sea el contexto, más significativo va a ser tu aprendizaje.

Desafío 10: ¡En positivo! El desafío de hoy consiste en que pongas a prueba lo que aprendiste hasta ahora en la transformación de una creencia limitante en una creencia potenciadora. Por ejemplo: No puedo comer, sería una creencia limitante. En positivo/afirmativo: se transformaría en Como saludable. ¡A practicar!

Desafío 11: ¡Hacela tuya! El desafío de hoy consiste en que hagas tuya a la nueva creencia. Ayer trabajaste sobre una nueva creencia. Siempre que se crea una creencia nueva resulta extraña. Por eso hay que trabajar para incorporarla. Para esto vale que, siguiendo el ejemplo de ayer, pienses sobre lo que hace una persona que come saludable. ¡A practicar!

Desafío 12: ¡Vuélvete tu mejor amiga/o! El desafío de hoy consiste en que te prometas que siempre vas a darte una nueva oportunidad.

Como aprendiste durante este reto poner en acción creencias nuevas y potenciadoras implica que aprendas cosas nuevas, y que por eso no siempre va a salirte perfecto, por eso es importante que te vuelvas tu mejor amiga/o y siempre te des una nueva oportunidad para seguir intentándolo.

¡A practicar!

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